UBS está imponiendo estrictas restricciones a los banqueros de Credit Suisse, incluida la prohibición de nuevos clientes de países de alto riesgo y productos financieros complejos, mientras se prepara para hacerse cargo de su rival en crisis el lunes por la mañana.
Los ejecutivos de UBS han elaborado una lista de casi dos docenas de «líneas rojas» que impiden que los empleados de Credit Suisse participen en una serie de actividades desde el primer día de la fusión de los dos bancos, según personas familiarizadas con los procedimientos.
Las actividades prohibidas incluyen tratar con clientes de países como Libia, Rusia, Sudán y Venezuela y lanzar nuevos productos sin la aprobación de los gerentes de UBS.
Los políticos ucranianos y las empresas estatales también estarán prohibidos para evitar un posible lavado de dinero.
«Estamos preocupados por la ‘contaminación cultural’”, dijo el jefe de UBS, Colm Kelleher, el mes pasado sobre la contratación de empleados en Credit Suisse. «Vamos a tener un listón increíblemente alto para las personas que traemos a UBS».
La prohibición, escrita por el departamento de cumplimiento de UBS, está diseñada para reducir los riesgos del acuerdo, que las autoridades suizas orquestaron hace tres meses para salvar a Credit Suisse del colapso.
Los ejecutivos de UBS temen estar tratando con un banco que tradicionalmente ha estado más dispuesto a aceptar clientes riesgosos y ofrecerles productos riesgosos. Los últimos años de Credit Suisse como empresa independiente han estado marcados por una serie de escándalos y crisis, que según un informe interno fueron el resultado de su «actitud imprudente ante el riesgo».
UBS finalizó un acuerdo con el gobierno suizo el miércoles que proporcionará al banco hasta 9.000 millones de francos suizos (10.000 millones de dólares) para protegerlo de pérdidas en el rescate. La ayuda del gobierno comenzará después de que UBS cubra los primeros CHF5 mil millones en pérdidas.
El acuerdo de protección contra pérdidas fue el último obstáculo que UBS tuvo que superar antes de completar la adquisición.
La lista de restricciones, denominada «líneas rojas» por los ejecutivos de UBS, cubre 11 riesgos financieros y 12 riesgos no financieros.
Si bien muchos de los riesgos son operativos, en temas como la distribución de la investigación y el uso de oficinas, otros decretos afectan las áreas de negocios de Credit Suisse de manera más directa.
Según las reglas, los banqueros de Credit Suisse no pueden negociar en una gama de productos financieros oscuros, incluidos derivados coreanos y opciones sobre ciertos índices cuantitativos.
En 2006, Credit Suisse perdió 120 millones de dólares en derivados coreanos, lo que provocó un cambio en el equipo directivo de la unidad. Pero el banco siguió operando en el mercado.
Los empleados de Credit Suisse también deben pedir permiso a los ejecutivos de UBS para otorgar préstamos respaldados por activos como yates, barcos y bienes inmuebles por un valor de más de $ 60 millones.
Como banquero de algunas de las personas más ricas del mundo, Credit Suisse ha otorgado préstamos durante mucho tiempo para financiar las compras de aviones privados por parte de multimillonarios, al mismo tiempo que participa en la financiación de yates.
El año pasado, Credit Suisse les dijo a los fondos de cobertura y a otros inversionistas que destruyeran los documentos relacionados con yates y aviones privados propiedad de sus clientes más ricos luego de que el Financial Times revelara un acuerdo de titulización que involucraba préstamos que hizo a oligarcas posteriormente sancionados.
Los empleados de Credit Suisse deben solicitar permiso a UBS para otorgar préstamos a prestatarios en el extranjero ya propiedades extranjeras.
Para reducir los riesgos de lavado de dinero, soborno y corrupción, los banqueros de Credit Suisse también tienen prohibido traer nuevos clientes de una variedad de países de alto riesgo. Estos incluyen Afganistán, Albania, Bielorrusia, Burkina Faso, República Democrática del Congo, El Salvador, Eritrea, Etiopía, Guinea, Haití, Irak, Kosovo, Kirguistán, Libia, Moldavia, Myanmar, Nicaragua, Palestina, Rusia, Sudán del Sur, Sri lanka. Sudán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Venezuela, Yemen y Zimbabue.
El jueves se envió un memorando de toda la empresa a los empleados de Credit Suisse, diciéndoles que esperaran nuevas «líneas rojas» el día en que se cierre el trato, aunque no se incluyeron los detalles de las reglas.
UBS y Credit Suisse se negaron a comentar sobre las reglas.
Por separado, los parlamentarios suizos votaron el jueves para facultar a una comisión parlamentaria especial para investigar la caída de Credit Suisse.
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