De esta forma, el gobierno está redoblando sus esfuerzos para mantener el control que ha adquirido sobre el virus y minimizar los riesgos que plantea la continua entrada de infecciones importadas.
Zeng dijo que más ciudadanos chinos podrán acceder a las vacunas una vez que lleguen al mercado, después de asegurarse la capacidad de producir medicamentos facturados a nivel nacional a gran escala.
Según agregó, este proceso se llevará a cabo de manera “integral y ordenada”, y priorizará a los ancianos y personas con enfermedades que puedan empeorar su salud si adquieren SARS-CoV- 2.
“Nuestro objetivo es lograr la inmunidad colectiva mediante la vacunación proactiva y detener la enfermedad de la manera más rápida y eficaz posible”, dijo.
El día anterior, la prensa local informó que 50 millones de trabajadores y personas consideradas de alto riesgo en China recibirán dos dosis de las vacunas Sinopharm y Sinovac antes del 5 de febrero, y que la campaña continuará después del Año Nuevo Lunar, que será celebrado el 12 de febrero. ese mismo mes.
Unos días antes, el precio medio de cada dosis se fijó en 200 yuanes (30,62 dólares).
El estado asiático tomó la decisión en medio de brotes de Covid-19 en varios lugares, inquietando al público con varias voces sugiriendo la cancelación de viajes masivos por el Año Nuevo Lunar.
Los epidemiólogos consideran que no es necesario suspender la temporada de viajes y descartan la propagación a gran escala del SARS-CoV-2 porque el país tiene suficiente capacidad y experiencia para combatir el virus.
China ha acumulado al menos 4.770 muertes y 95.580 casos confirmados de la patología en su continente, Hong Kong, Macao y Taiwán.
Los pacientes asintomáticos se enumeran por separado y, hasta el sábado, se informaron 203 en tratamiento.
Desde junio pasado, ha administrado cuatro de sus 15 vacunas candidatas a millones de personas bajo el programa de Uso Emergente.
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